Naturaleza muerta
por: Lorenzo Helguero
Como todos los días, llega a la escuela de arte y se desnuda entre lienzos. Muy pronto, futuros Picassos llegarán para copiar las líneas de su cuerpo. Sabe que ninguno soñará jamás con poseerla, que la mirarán con el mismo deseo que a un jarrón vacío. Su arte es la inmovilidad, y así habrá de permanecer hasta que callen los pinceles.
Como todas las noches, regresa a su pequeño cuarto y se acuesta para entregarle a nadie su cuerpo.
Hermoso texto, perfecto; releído con ese temor o esa felicidad de los grandes descubrimientos. Gracias por compartirlo. En espera de nuevas publicaciones, Lorenzo.