Refutación

por: Manuel Moyano

Experimentos con ratas han permitido establecer que la cabeza de los mamíferos, una vez separada del cuerpo, se mantiene irrigada durante cerca de minuto y medio y, por tanto, es capaz de generar impulsos cerebrales que pueden ser registrados mediante un electrómetro. Puedo asegurar que eso no es cierto. Hace ya más de media hora que mi cabeza rodó por el suelo y todavía no he dejado de maldecir para mis adentros al señor Algernon: sé que era él quien se ocultaba bajo la caperuza del verdugo.



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