Laura Petrecca, Pensó que ya lo sabía
por: César Ramiro
Un primer libro es una promesa trunca o el embrión de un mundo. Una escritura que refracta lo que toca; la humedad, el musgo, un río, esa ciudad distante, un pasado borroso pero primigenio. En estos poemas está temblando el devenir como una transparencia; es visual esa voz, tiene sonido ese olor, la humedad acoplándose a la luz en tardes tórridas… La poesía es la imaginación, escribió Stevens, “Esa pequeña magia se parece a la decepción que consigue un instante brutal de encantamiento”, remata Petrecca.
Laura Petrecca, Pensó que ya lo sabía, Huesos de Jibia, Buenos Aires, 2008