Scott Weiland, Happy in Galoshes

por: Eduardo Varas

Con STP reunidos en una gira, imposibilitados de grabar nuevo material por un asunto contractual, Scott Weiland lanza su segundo álbum solista en el que intenta un rock y pop melódicos, muy a lo Bowie (de quien versiona “Fame”), interesado en el poder y contundencia de lo que significa un tema bien compuesto y arreglado. Es difícil encontrar un disco con tan poco desperdicio y desde el arranque, con “Missing Clevenland”, sabemos que el cantante y tecladista hace lo necesario para que su voz despierte sensaciones. No en vano Weiland es uno de los últimos grandes vocalistas del rock.

Scott Weiland, Happy in Galoshes, 2008, Softdrive Records.



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