Georges Bataille, Poemas eróticos
por: Mariano Dupont
Malena Rey y Sofía Durrieu traducen a Bataille y lo hacen bien porque se sientan en la dicción y el léxico del Río de la Plata, y así la cosa casi llega (desgarráme si querés o empapá tu culo en la tormenta o pongo mi verga contra tu mejilla o mi verga solloza saliva o el pulgar en la concha y así: nos calentamos), y las torsiones originales casi llegan (Robert Frost: la poesía es eso que se pierde al traducir), y hay ritmo porque hay una invención nueva del ritmo (no remedo). Además: un bello librito-objeto. Cómprelo.
Georges Bataille, Poemas eróticos, Chinatown, B. Aires, 2008, 32 pp.
O sea que está bien traducido porque el español del Rio de la Plata es la norma? O sea que estaría mal traducido si en vez de “coger” se ponría “follar”, como hacen en Anagrama, o si ponen “culiar” o “singar” o “templar”, como se hace al otro a lado de la cordillera? !Basta de versiones de la Iliada con Ulises diciendo “pibe”, “querés”, “tenés” …
Si el libro va a ser leído acá y los traductores son de acá, mal que te pese, Uriel está bien traducido. No porque el español del Río de La Plata sea la norma. Sino por lo contrario. En un argot erótico ajeno, las traducciones se desnaturalizan mucho. No me parece mal que Dupont, que es también del Río de La Plata, subraye eso. Que se haya privilegiado en este caso una traducción local a una traducción neutra. Supongo que una traducción española privilegiaría su propio argot, y me parece que estaría bien también: al traducir poemas eróticos no debe haber medias tintas para llegar al lector.