Eduardo Chirinos, Humo de incendios lejanos
por: Leonardo Valencia
Chirinos elimina los signos de puntuación y logra con destreza y encabalgamientos que los poemas fluyan rítmicamente, salvo por el signo de interrogación de preguntas que añaden un contrapunto, verifican una percepción, un enigma o una pérdida que rondan la escritura del poema. Todos los poemas están compuestos en diez párrafos y sugieren que la poesía es residuo y menudencia, señales de un gnosticismo que sabe de las muchas palabras del hombre frente al silencio de Dios. De allí el humo y la lejanía de los incendios, que el talento de Chirinos convierte en belleza como única verdad posible.
Eduardo Chirinos, Humo de incendios lejanos, Aldus, México, 2009, 96 pp.