Robyn Hitchcock, Goodnight Oslo

por: Francisco López

El inglés regresa con un álbum que suena a nuevos platos hechos en cocina vieja. Todo tiene la calidad de lo vintage, como si tuviera la necesidad de remarcar algún tipo de manifiesto sónico. Pese a esto, las 10 canciones que forman parte del álbum son un puñado de grandes composiciones a las que nos tiene acostumbrado este artista, absolutamente influenciado por la escena musical de la psicodelia (es casi el hijo perdido de Syd Barrett), esta vez con la ayuda de Peter Buck de REM en la guitarras. Para la próxima, algo que suene a nuevo vendría bien.

Robyn Hitchcock, “Goodnight Oslo”, 2009, Yep Roc.



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