Para Antonio Carvajal
¿Qué tendrás tú que tu amistad procuro?
¿Por qué interés desplázome a tu puerta
llueva o nieve o haga calor a espuertas
cuando rocío no sino bromuro
pusiera yo en todas tus noches mías
y algún verso después desde mi entraña
pura? El beneficio no me engaña,
basta, con la excursión de cada día
acabo, contigo acabo, mon frère,
mi cliente angélico, he dicho basta,
no voy a calmar más tu fuego frío,
tus llagas pulsaré por si te mueres.
Alma, asómate ahora por fin casta
verás con cuanto amor matar porfío.