De la narrativa como inscripción en piedra
por: Leonardo Valencia
De cuando en cuando vuelvo a los ensayos de Héctor Libertella sobre la escritura, aunque sospecho que son ellos los que vuelven con su murmullo para advertir lo que se ha perdido en la narrativa: la voluntad de inscribirse en una piedra que logra una “presencia tenaz y deliberada”. Atención: la presencia que plantea no es la eficacia mediática. Es lo opuesto. Seguimos necesitando obras que perduren tenaces contra la banalidad simpática de léxicos dóciles y sin complicaciones, deliberadas espartanas en la criba del lenguaje. No hay otra manera para la sintaxis: la piedra es ceñida sintaxis.
La muerte nos encontrará en esa espera, de “presencia tenaz y deliberada”. Y si en el río en cuya ribera aguardamos la muerte concentramos nuestra atención en una piedra y esa piedra describe el núcleo de un remolino, veremos que la misma piedra puede aproximarse con peligro y audacia a la idea –Idea– como si de poesía se tratase. Cada piedra guarda su símbolo, diremos, no solo su flujo.
Es que de poesía se trata aunque se escriba en prosa.
Lástima que solo debamos aguardar la total sequía.
Un abrazo.