Gula
por: Norberto ChavescerrarAutor: Norberto Chaves
Sobre el autor: (Argentina, 1942) Ha sido profesor de Semiología, Teoría de la Comunicación y Teoría del Diseño en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires y en la escuela de diseño EINA, de Barcelona. Es uno de los expertos más destacados en temas de diseño e identidad corporativa, y autor de diversos libros, entre ellos La imagen corporativa (Gustavo Gili, 1988), Diseño y comunicación (Paidós, 1997), El oficio de diseñar (Gustavo Gili, 2001) y de ensayos aforísticos como Desafueros (Gustavo Gili, 2008) o su más reciente libro La homosexualidad imaginada (Maia, 2009).
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- Por no tener coche te pierdes de conocer lugares maravillosos.
-En efecto…. ¿Tú conoces Toledo?
-No.
No es tanto la incapacidad de renunciar lo que caracteriza al consumista como su voluntad de apoderamiento de aquello que se resiste. No come por placer sino por gula. Quiere tragarse lo que no le han servido. Pisotear lo virgen. Ver lo oculto. Fumar bajo el agua. Necesita vencer lo imposible. Sentirse omnipotente. Compensa con míseras conquistas exteriores una enorme derrota interior.
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Y además esas miserias que conquista, las conquista desde la obediencia. Y no es cuestión de ponerse comunista, tan solo de un mínimo sentido de la belleza.
La gula, segundo pecado capital magníficamente plasmado por el genio de Brueghel en su pintura «Los siete pecados mortales», se ha extendido a confines que exceden lo orgánicamente comestible, contaminándolo todo con el acre sabor de la «posesión». Ejército de posesos que, si su estómago cerebral se los permitiese, se merendarían a la mismísima Toledo.