Teología
Xavi se mira al espejo y piensa que Mónica tiene razón: es filosóficamente imposible que exista en el mundo un niño así de feo. Dios no lo permitiría jamás, Dios es bueno y cómo va a ponerle a nadie una cara tan horrible, y unas piernas así de cortas, y estos dos ojos que parecen de besugo. Mónica tiene razón: Xavi no puede existir. Si Xavi existiera, no existiría Dios; y como Dios existe, el que no existe es él. Xavi es un niño inverosímil, y desde este mismo instante decide asumir su inverosimilitud y actuar en consecuencia.