Infancia

por: Patricia Esteban Erlés

Claro que fuimos felices. Allá lejos, hermanita, en un lugar llamado Infancia. ¿O no recuerdas aquel horno que se tragó a mamá? Y la mañana en que papá no bajó a desayunar y solo encontramos la boca abierta del armario en su dormitorio. Fuimos tan felices que no parábamos de llorar, celebrando fiestas cada noche, iluminando nuestra casa como luciérnagas encerradas en un frasco de cristal. ¿O es que no te acuerdas?



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Publicado en Movimiento perpetuo. marzo 2011
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