La tranquilidad del saber
por: Daniel Ferrero
Estaba leyendo sentado en uno de los bancos situado en el pasillo de la Universidad Central. Cerca de mí, la puerta de entrada se zapateaba cada vez que a alguien se le ocurría entrar o salir. Como el ruido del portazo no me dejaba concentrarme en absoluto coloqué una cuña en la puerta para que nadie la pudiera abrir. Los que quedaron fuera protestaron de inmediato, o al menos eso me pareció, ya que no podía escuchar nada. En cambio, a los que quedaron dentro la idea les pareció fenomenal, pues preferían quedarse dentro que fuera. Y así seguimos.
