Columnista invitado / Tlön, Uqbar, Orbis Facebook
Actualmente, Facebook tiene 500 millones de habitantes, y la expansión continúa. Lo curioso es que crece hacia el exterior, conquistando fanáticos, pero también hacia adentro, colonizando nuestras almas. Para numerosísimos fieles, ya nada es inocente: charlar con amigos; tomar fotos; leer libros; enamorarse. Vivimos para Facebook: lo real, desde lo íntimo, existe si y sólo si se torna espectáculo virtual. Uno mismo, uno todo, asume su perfil siempre, sin estar conectado: las máscaras nos suplantan hasta cuando soñamos, la cordialidad reina por decreto universal. Un ejemplo: ya no sé quién escribe estas líneas, y eso también “me gusta”.
