La espera

por: Carlos López-Aguirre

Érase una vez un minuto, pero no era un minuto cualquiera, era el último en la vida de un hombre. Se sabía importante, aunque todos los minutos pensaban lo mismo. Había nacido en el mismo instante que el primero, aunque él, por ser el último, cultivaba con esmero la virtud de la paciencia, pues no sabía cuándo tendría que realizar su recorrido. Se dedicó a esperar, a ver pasar a sus hermanos, uno tras otro, hasta que un día se dio cuenta que estaba solo. Entonces el tiempo, agotado, le hizo una señal para que iniciara su breve camino.



leer más...

Botón Creative Commons