Secreto
por: Esteban Dublín
Por ningún motivo podía dejar que los niños se enteraran qué había en el sótano. Siempre esperaba a que estuvieran lejos, sacaba el plato de lentejas y lo bajaba sigilosamente. Me aseguraba de que no entraran cerrando con seguro y colgándome las llaves como collar. En todo caso, a pesar de las precauciones que tomé, la curiosidad fue más fuerte que ellos y un día me siguieron. Cuando descubrieron lo que pasaba, no tuve más remedio que dejarlos ahí con su padre.
Excelente! Lo mejor de este mes vino por el lado de la ficción, con este relato oscurísimo -ese plato de lentejas- y atrapante.