El bigote
por: Ercole Lissardi
Mi padre usaba bigote. Cuando besaba a mi madre le cepillaba un poco la mejilla. Después mi padre se fue a cepillar otras mejillas. Nunca me importó. Lo menciono porque el tema es el bigote. Al fin y al cabo a mi madre le encantaba cuando mi padre la cepillaba con su bigote. Difunto, volvió a casa para que lo velaran. A altas horas de la noche me acerqué al ataud y le di un beso en la boca. El bigote, duro como cepillo de rascar cochambre, me dejó irritada la piel junto a la comisura de la boca.