Los muertos

por: Pablo Brescia

Desde lo alto de la colina podía ver el cementerio. Los primeros se atascaban pero la fuerza de los últimos se imponía y creaba un nuevo camino. Enorme y lenta, la ola avanzaba sin pausa. Me pareció ver algo que se movía junto a los ataúdes. Eran perros. Nadaban con destreza, acompañando. ¿Acompañando qué? Entonces comprendí que todas las cosas vuelven a su origen. Sentí un ruido, como si tocaran a la puerta. Cuando miré hacia las escaleras, hubiera jurado que mi perro sonrió.



leer más...

Botón Creative Commons